¿Alguna vez les pasó de olvidarse de una receta? Y no me digan que sí, antes les aclaro: no hablo de olvidar los ingredientes o los procedimientos, hablo de olvidarla por completo, de olvidar su existencia.
Pues bien, hace poco descubrí qué me pasó: me había olvidado del paté. Fui al supermercado en busca de queso y fiambre para armarme un sandwich y lo vi a la distancia. “Paté” me dije, mientras recordaba lo mucho que disfrutaba comiéndolo con pan.
¡Me había olvidado del paté!, ya no lo consideraba, no tomaba en cuenta su existencia. No recordaba que era una de las tantas posibilidades del mundo culinario.
Y llena de rabia por haber dejado de lado un preparado tan pero tan rico, me compré un paquete y me armé un refuerzo de pan y paté. Mientras lo comía, vinieron a mi mente todos mis conocimientos sobre el tema. Y así recordé esta receta: paté de pollo casero.
Paté de pollo casero
Ingredientes:
● 2 salchichas de ternera, calientes (Se puede reemplazar por la misma cantidad de tocino ahumado o jamón cortado en trozos)
● 1 pechuga de pollo, cocida, cortada en trozos chicos
● ½ taza de leche, de preferencia evaporada
● 2 cucharadas de mantequilla derretida, aproximadamente
● ¼ de taza de cebolla, finamente picada y frita en aceite
● Caldo de pollo, la cantidad necesaria hasta obtener la textura deseada
● Sal
● Pimienta
Preparación:
Licuar o procesar todos los ingredientes (menos el caldo). Agregar el caldo por cucharadas hasta obtener la textura deseada. Debe ser pastosa y fácil de untar. Sazonar con sal y pimienta. Forrar 1 o 2 moldes pequeños con film plástico dejando que cuelgue por los costados.
Verter el paté, tapar con el film y refrigerar por 2 horas. Desmoldar y servir con galletas o tostaditas.
Gracias por las colaboraciones
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